Sin Derecho de Réplica
Por: Alberto Rueda / @AlbertoRuedaE

En un nuevo capítulo de la tragicomedia que representa el actual gobierno municipal, tenga usted presente, estimado lector, que la alcaldesa Claudia Rivera Vivanco no está considerando ahora sí ponerse a trabajar para mejorar la calidad de las vialidades y enfrentar la proliferación de baches que la ciudadanía tiene que padecer todos los días.

No crea que está pensando en mejorar las luminarias de las colonias populares y unidades habitacionales, zonas en las que la falta de luz se presta a un mayor número de asaltos o delitos de todo tipo.

Tampoco crea que está pensando en atender los parques, jardines, jardineras y camellones que lucen abandonados, como si fuera escenografía para una película apocalíptica.

De ninguna forma está pensando en remover a una gruesa lista de funcionarios corruptos de segundo nivel ni aquellos funcionarios de primer nivel que son ineficaces y ya hasta se reconocen rebasados por las mafias internas.

Vaya… mucho menos crea que está considerando aplicar el peso del Código Reglamentario Municipal (Coremun) contra los ambulantes que regresaron para apropiarse de las calles, con la complicidad de la autoridad.

No vaya a creer que la edil está pensando en aplicar los recursos del subejercicio en planes estratégicos y menos en proyectar un programa de desarrollo cuando está a tan sólo dos meses de cumplir el primer año de su mandato.

Y muchísimo menos crea que Rivera Vivanco está planteando una estrategia con inversión atraída de partidas presupuestales extraordinarias por parte de la Federación o de su mismo presupuesto para fortalecer a las policías con mejor equipo y armamento, a fin de enfrentar a la creciente delincuencia.

No, no y no.

Lo que nuestra flamante presidenta municipal está planeando es su próximo viaje… pero no crea que a Playas Amalucan o a algún Pueblo Mágico del estado poblano o a Palacio Nacional, al menos para pasearse por el museo “Benito Juárez”.

¡No qué va!

Está pensando en su próximo viaje i-n-t-e-r-n-a-c-i-o-n-a-l… así como lo lee… i-n-t-e-r-n-a-c-i-o-n-a-l.

La #LadyEdilViajera está preparando maletas y activando el comando “Siri, abre opciones para visitar en Colombia” o “Siri, muéstrame los restaurantes más caros de Bogotá”, porque se va nada menos que a la tierra de Pablo Escobar.

“¿Pero cómo es que con la ciudad de cabeza piensa largarse?”, pensarán algunos… bueno, más bien todos.

Nadie lo entiende.

Seguro que nada que no pueda resolver con una videollamada.

Se supone que acudirá a Cartagena, Colombia, para pactar un intercambio cultural y turístico, dos rubros que son importantes pero que desde lo local no ha logrado impulsar.

Los hoteleros así lo ven cuando los niveles de inseguridad en la capital son tan altos que la gente está dejando de ver a Puebla como el destino seguro que antes era.

La autoridad municipal perdió la dignidad y encontró en el cinismo su forma de gobernar y tomar decisiones.

Es visible cómo, producto del hartazgo, la sociedad le perdió a Claudia Rivera la confianza y el respeto.

Nunca un gobernante en la cuarta ciudad más importante del país había generado tal descrédito.

Ni en los peores momentos del PRI y del PAN.

Lo que aún cuesta más trabajo creer es que para ella todo marcha sobre ruedas; ella está convencida que sus decisiones han sido las más acertadas y siente que gobierna mejor que el propio Miguel Barbosa.

De ese tamaño.

Así que tómese algo para el coraje porque en breve es muy probable que veamos a la alcaldesa tomándose selfies desde Cartagena.