República Restaurada
Por Víctor Baca

La sociedad perdona a veces al criminal, pero no perdona nunca al …Wilde

Para hablar de los derechos humanos en Puebla, primero hay que revisar la historia reciente y la manera cómo se la ingeniaron los gobiernos en turno para hacer de aquella oficina con aspiraciones a institución una simple oficina de oficialía de partes.

Esto es muy grave, pues los asuntos que ameritaron su intervención directa nunca pudieron encontrar eco en esas oficinas. Y no sólo se trataba de la incompetencia de sus titulares sino de la forma cómo se articulaba dentro de los esquemas gubernamentales, y, por desgracia, arrojó la Comisión que ahora tenemos y que ha propiciado que varias voces, muchas de ellas sin el mayor mérito, se pronuncien por asumir su titularidad.

Cuando una oficina gubernamental, con principios constitucionales incluso, no hace su tarea, eso da lugar a que los aspirantes no miren sino por lo que ha habido antes que por lo que ellos pueden aportar.

Ayer mismo, una abogada solicitó al gobernador asumir, sin apenas experiencia administrativa, su presidencia, y de manera sorprendente le concedieron la subsecretaria, en sustitución del que posiblemente será (se rumora) designado titular de la Comisión estatal, pero no queda ahí, porque surgen las preguntas.

¿Habrá en el estado alguien con el perfil idóneo o solo será una designación del ejecutivo del estado, asumido por el Congreso del estado (que, por cierto, cumplirá un año peleando entre sí y muchos de sus integrantes son perfiles no idóneos para participar en dicha designación)?

¿La autonomía de dicha comisión será un punto importante para discutir? Desde ahora se ve que si el gobernador Barbosa, continúa atendiendo personalmente los conflictos y problemas de los ciudadanos, curiosamente, la CEDH, no tendría otro papel que acompañar dichas actuaciones o ponerse a revisar los archivos sobre algún asunto que el mandatario no tenga conocimientos.

Algunos candidatos ya empezaron su campaña para ser apoyados en sus aspiraciones a través de organizaciones de la llamada sociedad civil, muchas de ellas desconocidas o con trabajo inexiste, (por cierto, algunos otros confunden el trabajo social con el apoyo de materia de derechos humanos).

En fin, ojalá muchos comprendan que no es un puesto de elección popular ni de asistencia pública y veamos perfiles de profesionales en la materia y por supuesto con probidad (esta se anula cuando han dedicado su vida a ser intermediaros de programas sociales del gobierno)

Asimismo, estamos obligados a exigir, sobre todo los que creemos que las cosas están cambiando en el estado y en el país (por desgracia no es así en el ayuntamiento) y debemos propiciar el mismo para bien.

De preferencia, tal vez el indicado debería ser una persona con estudios sólidos en la materia, pues una de los asuntos pendientes por parte de la Comisión es el estudio de las condiciones en que se haya el estado y el impulso para que la comunidad pensante y organizada participe de la reestructuración de tan necesaria entidad pública.

La comisión es algo muy importante para avanzar en el estado y eso todos debemos de saberlo.