Por: Agencia Notimex

El cultivo de la flor es el medio por el cual habitantes del poblado de San Simonito logran el sustento diario, sin embargo, no es suficiente para levantar una casa con cimientos firmes y materiales de primera, por lo que las construcciones en el pueblo siguen siendo rudimentarias, afirmó don Mario Bobadilla Elías.

A dos años del terremoto del pasado 19 de septiembre de 2017, el floricultor dijo a Notimex que su hogar se vino abajo con el movimiento telúrico, porque los materiales de adobe con que estaba hecha no aguantaron más.

“Yo mismo la levanté con adobes y poco a poco fui combinando otros materiales, pensando que se fortalecía, pero ya vi que no, porque el temblor hizo de mis paredes un mazapán; cuando hay pobreza sólo aprovechamos lo que la tierra nos da, por eso la construí con adobes y tabiques”, afirmó.

Bobadilla Elías por fin trabaja con asesoría especializada en construcciones y con materiales de primera. “Se están por cumplir dos años de ese día en que muchas casas en San Simonito se vinieron abajo y hasta ahora vemos avances lentos en la reconstrucción”, señaló.

En entrevista respondió que su compromiso es pagar cada peso a los gobiernos federal y estatal, por la ayuda para la reconstrucción de su casa. “Agradecemos la solidaridad, pero no estamos pidiendo limosna, simplemente que nos ayuden a salir adelante, para pagar lo que se invierta”, externó.

El campesino indicó que tardó más de 40 años para construir su casa, sin embargo, nunca pensó que en unos minutos colapsara. “Me dedico al cultivo de la flor y de ahí salió el recurso para tener un patrimonio, y creo que de mi labor saldrá para pagar lo que están prestando”, expuso.

Cabe destacar que la Comisión Nacional para la Reconstrucción informó en su momento que el censo total de viviendas afectadas en los 11 estados donde se sintió el terremoto fue de 186 mil casas, de las cuales seis mil corresponden al Estado de México, en las cuales se lleva 50 por ciento de avance en rehabilitación.

Las autoridades informaron a la comunidad afectada de Tenancingo, en especial a los habitantes de San Simonito, que el presidente Andrés Manuel López Obrador reasignó recursos por ocho mil millones de pesos para acelerar la reconstrucción, de los cuales tres mil millones de pesos serían destinados para el Estado de México.

Los encargados de la reconstrucción en San Simonito indicaron que habrá constantes recorridos para detectar otros inmuebles habitacionales que no fueron contemplados en el censo para brindarles ayuda, por lo que no quedará casa alguna sin el auxilio.

Bobadilla Elías agradeció este compromiso de los tres órdenes de gobierno para lograr la reconstrucción, y explicó que anteriormente su familia se dedicaba al cultivo del maíz, sin embargo, por cuestiones económicas, decidió dedicar su jornada al cultivo de la flor de ornato.

“Hay menos riesgos con este tipo de cultivos y más mercado, pero a raíz del temblor he descuidado la siembra como antes lo hacía, por levantar mi casa”, mencionó.

El floricultor expresó su alegría de ver por fin los cimientos que sostendrán su hogar, aunque lamentó que en la comunidad de San Simonito, aún hay gente que carece de los servicios básicos de vida, como un hogar digno.

“El poblado es uno de los más pobres de Tenancingo a pesar de que su gente es entregada al trabajo”, indicó.

Pidió a las autoridades de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), que amplíen sus recorridos de supervisión en el marco del Programa de Reconstrucción a zonas donde aún necesitan la ayuda.

“Son dos años de terremoto y dos años que aún la gente carece de un techo digno, como es el caso de otros afectados, que por estar en la parte más alta del cerro no apuntaron su hogar al censo de reconstrucción”, abundó.

Bobadilla Elías lamento que algunos recursos del Fondo Nacional de Desastres aún no se liberen y haya lentitud administrativa que pone en jaque la reconstrucción de viviendas.

“Esto de la reconstrucción lleva dos años y apenas se logra 50 por ciento de avance. En mi caso por lo menos ya veo los cimientos, pero hay casas que no fueron censadas por no estar en colapso total, pero que tienen daños estructurales, y que tendrán que esperar mucho más tiempo”, aseveró.

Ante la llegada de los funcionarios, que supervisaron los trabajos de reconstrucción, Bobadilla Elías preparó un par de oficios en los que solicitó que se atendiera a un par de familias cerro arriba, debido a la precariedad en que viven.

El pasado 13 de septiembre, el titular de la Sedatu recibió el folder y prometió a don Mario atender la solicitud, no sin antes comprometerse a que la reconstrucción total de los hogares censados en San Simonito esté lista para el próximo año.

Incluso, el director de Infraestructura Física Educativa del Instituto de Infraestructura Física Educativa (Inifed), Ildelfonso González, destacó que fueron 19 mil 200 plateles dañados en 11 entidades, de las cuales 4 mil 909 con daño se ubicaron en el Estado de México.

De esos planteles, 35 fueron con daño grave; dos mil 747 con daño moderado-severo, y dos mil 127 con daños menores, por lo que el avance de reconstrucción es de dos mil 536 terminados y dos mil 65 con acciones en proceso y previsto para terminar de rehabilitar 308 para el año próximo con nuevos recursos.

Cabe destacar que San Simonito está enclavado entre montañas, por lo que la mayoría de las viviendas se construyen sobre las pendientes y se encuentra a casi cuatro kilómetros del centro de Tenancingo, un lugar que por décadas se destacó por sus artesanías en barro, en especial las cazuelas moleras.